lunes, 21 de abril de 2014

Todos los caminos nos sirven

Texto: Claudia Sanhueza

Todos los caminos le sirven a un trail runner si lo que se quiere es disfrutar de la naturaleza: si la ruta es sencilla, son sólo unos kilómetros más. Si, por el contrario, ésta se vuelve extenuante, esos kilómetros se vuelven una proeza, sin embargo, la experiencia me ha enseñado que mientras más difícil la ruta, mejor es.

En cuanto a la montaña, al igual que el mar, hay que tenerle respeto… vaya saber uno qué nos depararán esas pendientes, pero lo que sí hay que tener en cuenta es que nunca jamás, hay que fiarse de ella. Bueno tampoco de mi sentido de orientación ni de mi capacidad para levantarme temprano. Ya sabrán el porqué.

Todos los caminos sirven y esta vez le tocó a los Nevados de Chillán, recibirnos.



Punto de encuentro: Casa del Deporte UdeC, a las 05.00 de la mañana. Recién a las 01:30 h. terminé de preparar todo: raciones, agua, mochila, ropa, para finalmente irme a dormir. Tenía que recordar llegar a las 04:45 h. a casa de Toño en Chiguayante, así que me dije ¡buenas noches! Y me dormí.

En la mitad de mi sueño algo no me calzaba. Desperté sin escuchar la alarma y miré el reloj: ¡¡05:15!! ¡¡Rayos y centellas!!  ¡nooooooooo!! ¡Mi compañero Freddy me va matar! ¡Toño me va matar!! Corrí en círculos y llegué a las 05:40 al punto de encuentro (ojalá corriera así de rápido).

Todos están a bordo de uno de los autos; en la noche nos alineamos en equipos según cada vehículo y nos pusimos nombres. Por un lado los “Pro”: Héctor, Yeri, Charly, Freddy con Lino al volante y, por otro los “Karaoke”, formado por Miguel, Toño y yo como conductora, pues Alejandra se nos uniría en Chillán.

Pasamos por el cafecito correspondiente, las dos vueltas por el baño y a bordo nuevamente hacia nuestro destino: ¡¡los Nevados!!

Llegamos: frío gélido, cielo despejado, zapatillas listas… ánimo y moral por las nubes, todos preparándose. Lino, quien propuso la ruta, nos invita a comenzar el ascenso; las Luciérnagas (nuestro apodo informal) arremetemos con todo en la primera subida y en ella se nos va el primer aire. La foto correspondiente ante un paisaje espectacular. Se veía bueno. Era un buen equipo.



A medida que ascendíamos nos fuimos encontrando con que nuestra súper y arriesgada carrera tendría más tonalidad de trekking, puesto que el espesor de la nieve superaba los 20 cm. en algunos sectores, lo que no nos permitía trotar de continuo, pero ¿Qué le vamos hacer, más que seguir? Y así lo hicimos.

Un alto para la enésima foto de rigor, y de repente se arma una guerra de bolas de nieve. Yo, Alejandra, Yeri, Miguel y Charly. Éramos las féminas contra los trail boys y luego todos contra todos, recibí (entre tantas otras) dos bolas con malicia. Me di cuenta que, por esta vez, mi puntería se había quedado en la base. En fin, seguimos subiendo, subiendo y subiendo, nieve por todos lados. A ratos quedábamos todos en silencio intentando no contagiarnos con la cara de preocupación de Lino (quién nos guiaba), en otros minutos creo que más de alguno pensó: “¿y si me cayera? ¡a la cresta me voy!”, porque habían unos riscos que ya se los quisiera el mismísimo Kilian Jornet.



Fue así que de repente escucho un riachuelo y comenzamos a avanzar junto a Miguel: el camino ya no estaba nevado si no lleno de rocas y piedrecillas, seguimos con los pies a punto y la cabeza súper concentrada, para no falsear ni un paso. El pequeño río de agua caliente apareció ante nosotros por fin: parada para descansar mientras esperábamos al resto del equipo y a Lino, para que nos guiara nuevamente a destino. Faltaba poco para llegar a mitad de la ruta, ¿por dónde continuaríamos? Con un camino de alta dificultad técnica había que pensarlo dos veces.



Aparte de esquivar una que otra roca, tomada la decisión (por el sensei Lino, por supuesto) Seguimos hacia un gran río, ahí paramos a descansar, comer e hidratarnos. Charly y Miguel estaban más que cansados; habían corrido los 42 km. de la Maratón de Santiago hace una semana. En tanto, Alejandra se mantenía digna y los demás, incluyéndome, como siempre con el mejor de los ánimos. Ahora bien, no pensamos que sería tan difícil, y nos quedaba todo el camino de regreso ¡¡¡valor!!!! De todas maneras, el clima, el paisaje, la compañía, y la montaña por si misma me mantuvieron firme y feliz, fue una de las pocas veces en que no he pensado producto de la fatiga “¿qué estoy haciendo aquí?”... Pronto emprendimos el camino de regreso y a subir de nuevo, la voluntad y perseverancia definitivamente, lo pueden todo.



Pero como en la  montaña todo lo que sube tiene que bajar, nos encontramos con una generosa y larga bajada que aprovecharían los chicos, con Yeri a la cabeza. Este tramo, que será uno de los más recordados, se corrió con el ansia de llegar, de correr y de sentirse libre.







La nieve quedaba atrás y daba paso a un hermoso bosque, perdí de vista a Yeri, Miguel, Héctor, Freddy y Toño, que bajaron rajados.  Alejandra y Charly venían más atrás. Pienso ¿me habré perdido? ¡qué novedad! pero de lejos los visualizo, espero a los demás y troto, ya reunidos todos y como es costumbre hacemos el sprint final, y ganamos los Karaoke: sí, Pros reconózcanlo de una vez, jajaja. La última foto de rigor, nuestras zapatillas con 15 km. más en las suelas y mucho barro entre medio y nuestros corazones contentos y radiantes.



Track del día completado, aventura de la semana terminada, al igual que al principio con el ánimo y moral por las nubes. Todos con una gran sonrisa, ya queriendo volver.

Solo el que ama correr sabe de esa sensación y deseo, de ese pensamiento un poco absurdo de terminar recién una carrera y ya estar pensando en la próxima.

Todos los caminos sirven si lo que se busca es disfrutar la naturaleza, y como todo en la vida, si el sendero es compartido, mejor, mucho mejor.












3 comentarios:

Treknature dijo...

Excelente, me gusto la actuvidad, la alegria y pujanza del grupo. Conozco n mas de la region y pais, tb rutas de trekking en itros lugares, hablamos ver fcb treknature turismo aventura y fcb turismo aventura treknature

psicomago dijo...

Fue una gran travesía y tenemos otras en carpeta en miras a nuestra participación en VUT, este año. Saludos.

Treknature dijo...

Duda, todo el grupo fue al VUT de Osorno a fin del 2014, hermoso lugar. Cuando de nuevo a un buen entrenamiento, que les parece ir a conocer el ´cruce del arriero´en Vn Antuco?,o un trail a Reserva Ñuble o al Refugio de Garganta en Vn Chillán, otro muy lindo es la ruta de acercamiento al Ndo de Chillán, solo por nombrar los lugares más cercanos. Ofrezco transporte, alimentación y estadía al grupo, mi fono es 98203292, planifiquen y hablamos.

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